Memoria musical

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…Los sitios donde has estado
en la memoria los llevo
sólo para ver de nuevo
el rastro que allí has dejado…

Luis Rosales

 

¿Cuántas canciones puede llegar a memorizar un coralista? Depende, por supuesto, del tiempo que esa persona dedique en su vida a esta actividad, pero, por simplemente dar un ejemplo: de diez a quince canciones en tan sólo un año. Ese número de canciones sería aproximadamente lo que duraría un concierto de una hora en un acto de fin de curso en una escuela de canto coral.

La memoria es una herramienta de gran importancia en el canto y mucho más en el canto coral, porque si un solista se equivoca, siempre podrá argumentar que ha hecho una improvisación; pero que un coralista se equivoque, casi siempre queda mal, pues es muy sencillo darse cuenta de que alguien ha dado la nota que no era, o peor aún, entrado cuando no tocaba, o no ha cortado cuando el maestro lo ha pedido.

¿Y para qué están entonces las partituras?, se preguntarán los lectores de este artículo. Pues las partituras, cuando los directores las permiten en el escenario, son de apoyo, sólo eso, no para estar enfrascados dentro de ellas sin siquiera levantar la vista a ver los matices que el director hace con la obra.

Así, por ese detalle, la memoria es fundamental para cantar. La belleza de interpretar una canción coral reside no sólo en que tu corazón palpite al mismo tiempo que el de tus compañeros y respires a la par, la belleza del canto coral también existe gracias a saber entender los movimientos y gestos que hace el director, y para lograr esa conexión, hay que verle todo el tiempo. Sin ese “mágico” enlace coro – director, no hay coro que valga.

Probablemente, analizando lo anterior, una persona que habiendo o no cantado esté leyendo este texto y tenga edad de jubilado, decida que en vez de cantar, quizás mejor se dedicará a jugar el Mus para pasar sus años de ocio. Pues no, no hay que temer a la capacidad de nuestra memoria musical en ninguna etapa de nuestras vidas.

La música la guardamos en áreas cerebrales diferentes de las del resto de los recuerdos. El lóbulo temporal es, entre otras cosas, la fonoteca de los humanos. Ahí se gestiona la memoria auditiva, canciones incluidas y aunque curiosamente, el lóbulo temporal también es el que sufre antes los estragos del alzhéimer, hoy en día aún los científicos no son capaces de descifrar cómo es posible que una persona pueda olvidar todo sobre su vida, excepto las canciones que de una u otra forma han sido la banda sonora de su existir.

Luis Eduardo López Tomás, murciano y músico explica en su blog que, conceptualmente, la memoria es la capacidad de retener y recordar hechos pasados. Pasamos de obtener y retener una impresión para luego poder recordarla y reconocerla. Tanto es así que la memoria va íntimamente ligada a la percepción. Por su parte, la percepción va más allá de las sensaciones y se puede definir como el proceso mediante el cual dotamos de significado a las sensaciones; la memoria procesa y almacena la información significativa. Como procesos básicos de la percepción están: la detección, la discriminación, el reconocimiento y la identificación, procesos en los que interviene inevitablemente la memoria en un ciclo continuo que se retroalimenta.

La memoria musical se puede dividir en muchas categorías que, dependiendo de cada persona, tienen mayor o menor peso. Simplificando, se pueden resumir en tres tipos: memoria muscular, memoria auditiva y memoria mental. Esta capacidad que tenemos los humanos de grabar la música en nuestro cerebro permite que siempre podamos seguir aprendiendo, de hecho, los adultos tenemos mayor capacidad de concentración, procesamos información abstracta con mayor facilidad y somos más capaces de mantener la disciplina y la motivación al realizar ejercicios tediosos o repasar contenidos aburridos.

 

En todo caso, siempre viene bien algún consejo para ejercitar la memoria.

Tres principales métodos de memorización que se utilizan en la actualidad son: la técnica mecánica, la técnica artificial o la técnica racional.

1-. Técnica mecánica. No tiene más secreto que el de repetir, repetir y repetir la obra hasta que consigamos que nuestra memoria subconsciente y motora adquiera todos sus detalles.

2-.  Técnica artificial. Se trabaja la memoria mediante asociaciones de conceptos e ideas que permiten acceder a la información almacenada en la memoria.

3-. Técnica racional. Se analiza, estudia, clasifica y relaciona lo que se necesita memorizar con lo que ya se conoce, de manera que la memorización pasa a ser de largo plazo.

 

Y tú… ¿Cómo memorizas las obras que cantan en tu coro?

 

 

Referencias:

  1. ¿Eres muy viejo para aprender? La ciencia dice lo contrario
  2. El alzhéimer no puede con la música 
  3. ¿Hay una edad en la que la memoria alcanza su nivel máximo? 
  4. ¿Hasta qué edad se puede aprender un idioma y conseguir hablarlo con fluidez?
  5. Memorization Strategies 
  6. ¿Por qué debemos trabajar la memoria musical? 
  7. Qué es la memoria musical y cómo potenciarla
  8. Todo se olvida, menos la música

 

 

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