REPORTAN:
PETIRROJO & COLIBRI
Había una vez un director de coros muy, pero muy bueno, que con el tiempo se fue haciendo muy, pero muy Divo. Un día, llegó a la Tierra una bruja llamada Pandemia que era muy, pero muy mala; además de haber llegado para enfermar y llevarse a mucha gente, exigía que todo ser humano se mantuviera bien, pero bien alejado del resto de sus amigos, conocidos y hasta de sus familiares.
Había también en esta historia, un grupo de amigos desperdigados por el mundo que antes cantaban juntos y que a pesar de la bruja y otros villanos más, se pudo volver a unir por los poderes de un tenor que -aunque no todos lo sabían- resultó ser un Mago muy, pero muy bueno. Contentos por estar unidos, llamaron al Director -ahora Divo- y le pidieron con muchas ganas que hiciera un video de él dirigiendo una pieza de las que antes cantaban. Pero como al llamarlo aún desconocían cuál de todas las piezas sería, le explicaron que una votación habría para decidir cuál de todas ganaría. El director no sabía si grabar ese video le gustaría, pero dijo que, en esa votación, sin duda él estaría. Fue entonces cuando un Zoom –un pana muy conocido- logró que llegado el día, sin contrariar a la bruja mala, sin importarle tiempo y espacio, los coralistas pudieran verse de nuevo como si estuvieran todos en un ensayo. Al comenzar la reunión hubo mucha algarabía, porque pronto se percataron de que el Director allí estaría. Y al escuchar lo que decía todo fue más que alegría, porque aquel director querido afirmó que sin lugar a dudas, como ese coro suyo, suyo desde hacía toda una vida, no había habido otro que se le igualara en el mundo planetario del mismísimo Universo… uno que después de tantos años, pandemia y distanciamiento, todavía estuviera allí con él, sonriendo felices de poder verse cara a cara y con tantas ganas de seguir cantando juntos.
No parecía que pudiera haber más cercanía, pero esas frases suyas lograron unir al coro aún más todavía. Por su parte el Director -Divo todavía- quedó mucho más contento y lleno de energía.
Así que no se quedó tranquilo y al cabo de unos días, sin importar que la madrugada aún corría, llamó a un pajarito para decirle que sí, que el video solicitado haría y aún más todavía: “pero también montaremos la pieza que le seguía, esa que llegó 2da según la mayoría”.
Para entonces, el Director desconocía de los hechizos que con las voces el Mago bueno hacía, así que dijo que para la nueva obra, otras personas lo ayudarían, pero no habría problemas porque amigos coralistas también serían y por eso el trabajo se haría con las mismas ganas y armonía.
Aquí el cuento acaba, pero sin colorín colorado todavía porque el final es solo por hoy día. La coral está encobijada sin terminar de soltar sus melodía, al tiempo que persigue a una paloma perdida y espera que por el otro Ave, que el Director prometía.
Por suerte el Mago bueno ya lanzó nuevos hechizos: la paloma está llegando, la espera en un par de días y la cobija la ha ido jalando para que libere tantas notas allí escondidas. Mientras tanto, el otro amigo con el Director se ha encontrado y las nuevas que nos traen dicen que ya va todo muy bien encaminado. Por lo que estamos seguros de que muy pronto el coro será escuchado y no una sino muchas veces, porque hay coral, Director y ganas al menos para un bueeen rato…
…ESTA HISTORIA CONTINUARÁ
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